La cláusula suelo, también conocida como suelo hipotecario, es una cláusula que se incluye en algunas hipotecas de interés variable y que establece que este interés nunca puede ser inferior a un determinado porcentaje. Con la cláusula suelo lo que se hace es limitar que, aunque el tipo de interés baje mucho, la persona que ha suscrito esa hipoteca no pueda beneficiarse de esa reducción en sus cuotas.

Cuando la entidad bancaria establece este límite en los préstamos hipotecarios, se está asegurando que, aunque el índice de referencia, que puede ser el Euribor u otro, como el IRPH, baje, el ingreso que percibe por los intereses no se vea reducido. Esto es un perjuicio para el prestatario.

Sentencias por cláusula suelo

A raíz de la sentencia del Tribunal Supremo, que en 2013 declaró nulas estas cláusulas por considerarlas abusivas y faltas de trasparencia, en España son ilegales.

En 2016 el Tribunal de Justicia de la Unión Europea determinó que las entidades bancarias debían devolver a los perjudicados por los contratos con cláusulas suelos, la totalidad de las cantidades que hubieran pagado de más a consecuencia de esta cláusula desde la fecha de formalización de la hipoteca.

Desde entonces, son muchas las personas que han reclamado al banco los contratos hipotecarios con cláusula suelo, logrando que les sea restituida la cantidad pagada de más, y eliminada esta cláusula del contrato.

Asimismo, desde el año 2019, con la entrada en vigor de la Ley Reguladora de Contratos de Crédito Inmobiliario, se prohíbe explícitamente a las entidades bancarias establecer un tipo de interés mínimo en los préstamos hipotecarios por encima del 0%, brindado una protección efectiva a los consumidores.

¿Cómo reclamar la cláusula suelo?

La reclamación de una cláusula suelo puede realizarse de dos formas: por la vía extrajudicial y por la vía judicial.

En primer lugar, recomendamos iniciar el procedimiento a través de la vía extrajudicial, que viene establecida en el Real Decreto – Ley 1/2017, de 20 de enero para medidas urgentes de protección de consumidores en materia de cláusulas suelo. En este caso, debemos reclamar directamente al banco que nos devuelva la cantidad que se ha pagado más por existir la cláusula. El banco dispone de un plazo de 3 meses para devolver el dinero.

Si el banco no devuelve el dinero en ese plazo, entonces deberemos seguir la vía judicial, interponiendo ante la justicia una demanda contra la entidad bancaria. Este es un proceso más largo y que supone un coste para el consumidor, ya que debe contratar un abogado y un procurados para poder realizar todos los trámites ante la justicia y el tribunal.

Existe mucha jurisprudencia en la reclamación judicial de cláusulas suelo a favor del consumidor, por lo que en caso de sospechar que una hipoteca pudiera estar afectada por una cláusula suelo, siempre recomendamos consultar con un abogado experto en derecho bancario para analizar el caso y abrir las diligencias pertinentes.

En todo caso, el contar con la asistencia de un abogado que esté especializado en este tipo de reclamaciones, es una garantía e incrementa significativamente la posibilidad de éxito.